Si bien sucedió el año pasado, el fallecimiento de Jullieta no tuvo el merecido reconocimiento en nuestras páginas hasta hoy.
Transcribimos una nota que el Dr. Carlos Chavera Bianchi escribió sobre ella, nos envió y que hacemos propia.
Julietta en la Comunidad de la Seguridad y Salud en el Trabajo de América Latina era una presencia cálida y frecuente. Su energía y su sonrisa eran la motivación para el diálogo y para compartir iniciativas para desarrollar acciones para promover el Trabajo Seguro. Ella en los recientes años se desenvolvió como Asesora Regional en Salud de los Trabajadores de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud y desde esa posición fue viento fresco que circulaba entre los Organismos Estatales y las Organizaciones de los Trabajadores para promover acciones que fortalecieran las actividades locales y también se pusiera énfasis en los temas de la Agenda para minimizar el impacto de la exposición a agentes de riesgo. Ella promovió espacios para analizar temas como la exposición a agentes carcinógenos y que representaron también una oportunidad de intercambio con otros profesionales de la Región y con CAREX para pensar estrategias de difusión en los respectivos países.
Julietta alentó y aportó la colaboración necesaria que permitió a Argentina la elaboración del Plan Nacional de Salud de los Trabajadores como fuente de información para el diálogo y la acción multisectorial que logre alcanzar el Consenso para el desarrollo de “Capacidades Técnicas e Institucionales sostenidas en la Prevención de Enfermedades Profesionales y Accidentes de Trabajo”.
Su ausencia física nos genera tristeza entre los que la conocimos, pero sus palabras y sus gestos estarán siempre presentes en nuestra memoria para inspirarnos a continuar con el compromiso de promover el trabajo seguro para los Trabajadores y Trabajadoras de nuestro extenso continente, que ella recorrió como una peregrina en busca de pequeños esfuerzos para colaborar en agigantarlos. ¡Descansa en Paz, Julietta!