El trabajo infantil no debe ser permitido en ninguna de sus formas. Un niño que trabaja tendrá una mayor propensión al desarrollo de enfermedades que serán consideradas profesionales, las que se irán poniendo en evidencia con el tiempo afectando su salud. Los niños no tienen el cuerpo preparado para las arduas tareas y deben disfrutar de su infancia. Así es cómo la OIT promulgó el Convenio 182, considerado uno de los 8 fundamentales de la organización, sobre trabajo infantil:
En su artículo 1:
Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia.
Por primera vez, un convenio fue ratificado por todos los países miembros. Así, es, con la firma por la República de Tonga, los 187 miembros lo ratificaron convirtiéndose en un hito histórico para la organización y el mundo.
Desde la AHRA, aplaudimos esta noticia, por todo lo que ética y moralmente representa, y porque ayudará a disminuir las futuras patologías laborales vinculadas al trabajo precoz. Además, desde la AHRA apoyamos los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con el trabajo decente, pero en este caso, por las secuelas mencionadas, las metas meta 8.7 aboga por poner fin a todas las formas de trabajo infantil para 2025.
Para la noticia completa hace CLICK AQUÍ Convenio 182 de la OIT sobre trabajo infantil.