El mundo asiste pasmado ante un virus que no cesa de expandirse y cegar vidas humanas. Los gobiernos establecieron cuarentenas aún los que se resistieron, porque el contagio era imparable. Ese virus, imperceptible al ojo humano pero que tanto daño causa, mayormente en ciertos grupos etarios o con determinadas afecciones, está requiriendo un enorme esfuerzo de las sociedades, cuyo resultado final es incierto. El aislamiento social, en sus distintas expresiones planetarias, nos recluyen y hacen conocer nuevas formas de convivencia y trabajo.
En medio de todo esto, están los profesionales de higiene y seguridad que, como nunca antes en la historia, más falta hacen, pero que menos aprovechados están.
El virus no tiene límites; con facilidad rompe barreras de protección que se creían firmes, porque en realidad no eran tan sólidas. A pesar de aplicarse procedimientos, el contagio sigue, porque los procedimientos no se aplican como deben. La protección personal, esa defensa de última instancia, la que viene después de la ingeniería y la administración de los recursos, parece destinada al fracaso si no se dispone en el momento y lugar adecuado o no se sabe usar.
Señores, hay que darse cuenta que el HIGIENISTA OCUPACIONAL, esa pequeña parte que usamos habitualmente de nuestra especialidad de prevencionistas de riesgos laborales, es el que SE NECESITA AHORA. No hay que esperar más. Prepárese a colaborar, a actuar y a informar como el profesional en el que se convirtió, si aún no lo hizo.
Ud, su familia, su país, el mundo, lo necesitan.
En este Novedades AHRA, que estamos emitiendo con mucha mas asiduidad de lo acostumbrado, seguimos apostando a la información certera, científica, validada o que está en proceso de investigación. No proponemos falsas noticias, aunque las noticias diarias también nos nutren y preocupan, pero avanzamos con fuerza para aportar el conocimiento necesario a los profesionales para que intervengan en los lugares de trabajo, en sus Servicios, con sus mediciones, al promover acciones correctivas, con su capacidad para formar a los trabajadores frente a un riesgo que no admite dilaciones.
Con ese sentido, en esa dirección, seguiremos trabajando.