Compartimos el discurso del Ing. Fernando Iuliano luego de cesar su mandato como presidente de la AHRA.
Cuando los hombres relacionan el tiempo transcurrido de su vida con los objetivos alcanzados, generalmente se sienten insatisfechos. ¡Cuántas cosas por hacer! Cuántos sueños esperan la oportunidad de concretarse, y qué poco es el tiempo que se dispone porque a cualquier edad de la vida, siempre parece corta, pero lo parece más en la medida que más cosas nos faltan por hacer. El hombre y su vida expresión definida de la voluntad de Dios.
Una vida llena de alegría y de tristezas, de obligaciones y derechos siempre orientada hacia la búsqueda de la felicidad. Toda vez que puede el hombre se propone iniciar una nueva vida distinta, imaginada sin errores, con menos sobresaltos, con una mayor amplitud:
En esa nueva vida se cumplirá todo lo postergado.
Si se pudiera vivir dos veces, qué de cambios se podrían hacer. Sobre todo, cómo aprovecharíamos el tiempo, ese tesoro extinguible. Y el amor que no dejaríamos esta vez escapar. Cultivaríamos la amistad y más de una vez nos detendríamos a admirar una flor.
No nos preocuparían tanto las cosas materiales, pero atesoraríamos nuestra salud y nuestro bienestar. No cometeríamos el error de correr detrás de las pequeñas cosas urgentes que nos hicieron perder de vista lo importante. Si pudiéramos volver a vivir… ¿Y por qué no? ¨Por qué no hacer de nuestra vida una nueva vida a partir de mañana. Como si naciéramos de nuevo. Todo está a nuestro alcance. No hemos perdido la capacidad de amar ni nuestra fe. Y el amor y la fe todo lo pueden. Ahí está el tiempo, la amistad y la flor.
¡Esperándonos!
Ing. Fernando Iuliano