Hace muchos años, muchos, cuando hablar de seguridad no era frecuente o lo era inmaduramente, cuando no había profesionales matriculados, cuando los trabajadores eran protegidos en forma incipiente, sin las garantías de hoy día, cuando no había congresos ni cursos o si los había eran rarezas, en esa parte de la historia estaba Jorge Alfredo Cutuli. No
estaba solo, sino con una camada de colegas, los primeros idóneos y técnicos en seguridad, que sembraban y reclamaban por palabras y hechos que redoblarían con el paso del tiempo…¡SEGURIDAD!
La ley 19587, el decreto 351, normas que para los profesionales argentinos hoy son su biblia diaria, nacieron del espíritu de Jorge y otros que, como él, fueron pioneros de la Seguridad e Higiene en el trabajo.
Jorge tuvo un espíritu noble, con posiciones encontradas, claro defensor del registro de especialistas con la Dirección Nacional de Higiene y Seguridad, luego devenida a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Desde sus inicios demostró pasión por la prevención de riesgos, explayándose por ella en cuanto espacio tuvo; fue un orador de lujo, que ensombrecía a otros por su capacidad y presencia con un carisma poco frecuente. Esa misma
capacidad de atrapar a quien lo escuchara, de mover aún a los indiferentes y a los detractores, a tal punto que en los últimos años no había evento especializado al que no fuera invitado y tuviera un lugar privilegiado para hablar y seguir convenciendo con sus palabras.
Su carrera está jalonada por la actividad en numerosas instituciones: Presidente del Instituto Argentino de Seguridad, Director de la “Revista de Seguridad”, ideólogo y miembro Fundador de la Asociación Latinoamericana de Seguridad e Higiene en el Trabajo – ALASEHT, miembro Coordinador de la Comisión Permanente de Seguridad, Higiene y Medicina del Trabajo de la República Argentina, miembro Fundador de la Cámara Argentina de Seguridad, entre las más sobresalientes.
¡Cuántos profesionales en ejercicio han recibido de sus propias manos el título!
En la AHRA tuvimos el honor de contar con su participación durante el primer Congreso de Higiene Ocupacional que organizamos en el año 2016.
Ayer, 14 de mayo de 2019 partió de este mundo, y quienes quedamos aquí, no podemos menos que levantar la cabeza, mirando al cielo, para recordar, pero sobre todo para seguir bregando, tratando de lograr su mismo ímpetu y capacidad, tomando su bandera, para defender a ultranza la Seguridad de los Trabajadores.
Desde la AHRA queremos recordarlo con una sencilla entrevista que le realizara un alumno del IAS (Instituto Argentino de Seguridad) y que hoy es miembro de nuestra asociación.