En este número compartimos dos temas muy diferentes pero conectados a nuestra actividad. Ambos fueron expuestos en las II Jornadas de Higiene Ocupacional que llevó adelante la AHRA en noviembre del año pasado.
Por un lado, la importancia para el higienista de entender los “Indicadores Biológicos de Exposición”. Los IBE permiten detectar tempranamente la sobreexposición a sustancias químicas, pudiendo evitar daños para la salud del trabajador. Son parte del circuito de vigilancia de la salud en las empresas, que se inician con la evaluación del riesgo higiénico, tarea totalmente propia del higienista.
En segundo lugar, la relevancia que la capacitación tiene para transmitir conceptos, normas y, sobre todo, para motivar a su cumplimiento o al correcto conocimiento. Capacitar es una habilidad, que algunos desarrollan mejor que otros. Sin embargo, existen herramientas novedosas que se ajustan a la tecnología y virtualidad de la dinámica actual, que servirán para apoyar las charlas. De eso trata el artículo que compartimos en este boletín, sobre el diseño de las capacitaciones y las nuevas herramientas preexistentes.
Es un orgullo para nosotros haber contado con esos profesionales y lo expresamos poniendo a disposición de ustedes esos trabajos.
Cerrando esta columna, hacemos extensiva la invitación para el Concurso de fotografías relacionadas con la Higiene Ocupacional y la pandemia que llevaremos a cabo desde la AHRA. El SARS-CoV-2 ha cambiado la vida de la humanidad casi desde su aparición, y aún hoy día sentimos sus consecuencias, a pesar de que la vacuna está cada día más al alcance de la mayoría de la población mundial.
¿Cómo puede una imagen reflejar nuestros sentimientos por lo que transitamos y estamos pasando? Cada toma fotográfica, será una demostración de que sí se puede, y de que en ellas – además de en nuestra memoria – quedará plasmada y reflejada esta tragedia.